En 2030, salieron los porcentajes de menos aprobados en matemáticas de la historia en un pequeño pueblo de China.

Los habitantes, como era obvio, odiaban las matemáticas, hasta tal punto de llorar por no saber multiplicar ni dividir, pero esto, fue más allá, al ver todo el revuelo y con el cúmulo de sentimientos que tenían por los insultos a no saber ni multiplicar, decidieron contratacar, haciendo una especie de huelga con el fin de que no se usaran las matemáticas en su pueblo.

La huelga consistía en parar todo lo que tuviera números: Relojes, notarías, incluso bancos, porque claro, ya que hacían una huelga, qué menos que también fuera de hambre y no tuvieran dinero para comprarse comida.

Ellos pensaban que haciendo esto les darían importancia, pero Europa, y Australia estaba en contra de ellos, sin embargo, Estados Unidos estaba disfrutando de que murieran chinos.

La primera semana todos estaban bien, tenían reservas alimenticias y los niños no seguían estrictamente las normas, pero, cada vez más gente perdía la cabeza por no saber en qué día estaban ni que hora era, pero los más puestos, aguantaban.

La segunda semana estaban ya idos, y, empezaron ha haber las primeras muertes por deshidratación, había algunos que se saltaban la huelga, pero los pillaban y los mataban, así de estrictos eran.

Al mes ya estaban pidiendo ayuda, que les mandaran comida, que hicieran algo, porque la comida de los supermercados estaba ya caducada y no sabían qué comer ni que hacer.

Estados Unidos al ver que pedían ayuda, planearon una cosa: Mandarles un avión con comida, pero, para su sorpresa, ese avión no llevaba comida, llevaba bombas.

Ellos recibieron agradecidos la comida, y al tocar la caja, las bombas detonaron y sólo quedó viva un cuarto de la población.

Con esto, aprendieron que las matemáticas son básicas para vivir, literalmente, y, poco a poco, fueron reponiendo los supermercados con ayuda de países como Japón y, entraron en guerra con Estados Unidos